Para aventajar ambas situaciones de incertidumbre y atraer público, los periódicos de la época se encargaron de este trabajo. Las publicaciones melipillanas La Nación y El Labrador contaban con publicidad o reseñaban en sus crónicas los anuncios de la cartelera. Para ello utilizaban dos mecanismos: la publicidad con fotografÃGanador o ilustraciones y la crónica, que aparentaba ser una comunicado más, pero que en realidad era publicidad soterrada. En ella se explicaba la trama de la pelÃcula y se la calificaba con las más coloridas hipérboles. SeguÃa siendo común, al igual que primaveras atrás, acertar sobre los estrenos frases como la mejor comedia de todos los tiempos, la súper producción que ha cautivado a Europa, la mayor exhibición del cinema mundial, o la más perfecta obra de ningún modo creada. La exageración como caracterÃstica publicitaria fue un recurso permanente, más que las inserciones que a página completa en el publicación El Labrador hizo la grupo Werchez para impactar con los avisos de los filmes El Gigoló, Bajo el Cielo de SimilarÃs, Casanova y El Loro Chino durante 1928, año que marcarÃa la penetración total del cinematógrafo como consumo cultural, a consecuencia de la venida de las primeras pelÃculas sonoras. Hasta ese entonces, todas las pelÃculas exhibidas en Melipilla habÃan sido mudas. En contadas ocasiones se habÃan acompañado de músicos que, por el parada precio que importaba su concurso, no acudÃan a las funciones locales. Habitualmente, en otras ciudades y paÃses estas funciones contaban con un apuntador, cuyo trabajo Cuadro adivinar los textos que aparecÃan en pantalla. Pero en Melipilla no. Por eso el 20 de abril de 1930 marcó un hito. Ese dÃa el Esmeralda exhibió la primera pelÃcula sonora, 88 89
Es un concepto amplio que involucra tanto la creación literaria y musical, como la performatividad de un arte escénico. Ganadorà todavÃa incorpora a una serie de grupos e instituciones sociales para su desenvolvimiento, como pueden ser diversos individuos que conforman equipos de apoyo y administrativos, asimismo medios de difusión y, desde luego, los públicos. Y, sin duda, es aún un espacio arquitectónico. En definitiva, la denominación de teatro acá utilizada zapatilla una serie de dimensiones que tienen relación con uno de los instrumentos históricos constituyentes de una ciudad, donde las personas salen a su aproximación y donde establecen vÃnculos sociales. En este sentido, al igual como plantean González y Rolle, en esta investigación se postula que los teatros, entre otros espacios de representación artÃstica, son tanto el soporte material como el emplazamiento que le entrega sentido al arte y propicia los vÃnculos sociales: El teatro, el cabaret, el cloruro sódicoón de té o la boite le han otorgado un apropiado situación al cuplé, al tango, al vals o al chaquetilla, respectivamente. Una suma de utensilios arquitectónicos y escenográficos parecen contribuir a complementar el sentido de la música, pero por sobre todo son los modos de comportamiento, las formas de intimidad y las experiencias de los sujetos que allà acuden, las que más contribuyen a otorgarle sentido a lo que se audición y se percha 2. 2 González, J. P. & Rolle, C., Historia Social de la Música Popular en Pimiento, , Santiago de AjÃ, Ediciones Universidad Católica de Chile y Casa de las 10 11
Como resultado, Gutiérrez duró poco en el cargo, solamente un año, gracias a esta controversia que llegó a oÃdos de Honorable Pinochet. En una conversación en Pomaire, entreambos hombres de armas hablaron sobre los pormenores del comidillo melipillano. Qué dijo el dictador cuyos labios juraban saber todo lo que sucedÃa en el paÃs?: Sà sé, sà sé algo. Él estaba al tanto de todo, yo le contaba al edecán y él le contaba al Militar, evoca Gutiérrez. Después, con Andrés Vicuña instalado en el municipio, la vida del Palace siguió sin sobresaltos, fielmente, pues en el dÃa a dÃa no se veÃa al divulgado de antaño. Las quejas eran comunes. Si antaño Cuadro habitual que reclamaran por las incomodidades y condición insalubre del circuito, posteriormente la molestia fue porque las palomas se colaban por el techo y los ratones desde el canal de regadÃo contiguo se aventuraban a juguetear entre las piernas de los espectadores. Pero claro, Bancal el único cinema y en ocasiones las pelÃculas que arribaban eran éxitos de taquilla que llegaban al cine antiguamente que el VHS con sendos lienzos ubicados a cada ala de la entrada. Con estas cintas y otras protagonizadas por los superhéroes de batalla, el Palace veÃa filas que giraban por la calle Manso hasta llegar a Serrano y sus galerÃGanador volvÃan a rugir, llenas de ruido cuando Sylvester Stallone noqueaba a sus rivales en cada round de la dinastÃa boxeril Rocky. Mas la cotidianeidad regresaba pronto, dotando a la Exposición de un divulgado estudiantil que encontró refugio para ausentarse a clases en la parte ingreso del cinema. Decenas de adolescentes se colaban a ver pelÃculas picarescas y de un erotismo que no alcanzaba gran magnitud, pero que en la imaginación púber se transformaba en una ventana de placer. Yo me habÃa cambiado de colegio y fuimos al cinematógrafo con algunos compañeros nuevos, cuando me di cuenta que estaban mis antiguos compañeros cagados
Las instalaciones del edificio de dividen en instalaciones de agua potable (frÃa y caliente), alcantarillado y aguas lluvias. Estas instalaciones fueron realizadas por instaladores autorizados por Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y Aguas Andinas, respetando la norma existente y de acuerdo al plan entregado por la inmobiliaria. Los cambios realizados al tesina fueron oportuno a modificaciones de Edificación y fueron aprobadas y corregidas en los planos Vencedor- Built entregados a la Oficina. El sistema de agua potable frÃa se compone de dos estanques de acumulación de agua impulsada a los departamentos mediante un doctrina de bombas que abastece al edificio y espacios comunes, las cuales se encuentran ubicadas en el 2er Subterráneo. La Delegación del edificio, deberá vaciar y extirpar el interior de los estanques de acumulación de agua potable, al menos cada 6 meses para su aseo, teniendo el cuidado de desterrar, sanitizar y de no dañar la impermeabilización e instalaciones del perÃmetro.
Yo tenÃa esos conocimientos, Por otra parte Bancal obediente ver boletos, si individuo ha ido al gran pantalla a alguna parte, el boleto lleva impreso los impuestos, entonces yo le recomendé que no. Por cierto Massoud desoyó sus consejos, aunque salvó el impasse en 1966 con el municipio; pero por poco tiempo, en 1967, bajo la Delegación municipal del democratacristiano Alberto González, volvió a ser enfrentado. Esta tiempo el concejo municipal, a solicitud del regidor Carlos Agüero, acordó rescindir el contrato porque debÃa siete meses de arriendo y las patentes correspondientes de los abriles 1964 a 1967, acumulando una deuda de escudos 211. El panorama era sombrÃo para el empresario que, iracundo, ocupó la radioemisora de su propiedad para apuntar los dardos contra Agüero, su principal inquisidor. Pero el horizonte se le ennegrecerÃa aún más, dado que el gimnasio del Cuerpo de Bomberos, principal competidor del Serrano, habÃa recibido certificado de sala de espectáculos, proyectándose legalmente en el tiempo y convirtiéndose en una piedra en el zapato, a menos que poco como un incendio ocurriera. A las 23:05 horas del lunes 13 de noviembre de 1967 el fuego comenzó a consumir la estructura de metal y madera del gim- 211 Según consta en sesión municipal del 23 de noviembre de
44 teatral de la comuna, atinarÃa a la ciudad un privilegiado heredero con los primaveras. En su despedida, el Colón hizo un gran avance para el futuro: estableció las funciones en vermouth. Eso sÃ, poco emplearÃa el éxito de esta idea tardÃa que, de acontecer venido antes, quizás hubiera marcado otro destino para su existencia. Quien la usarÃa serÃa el Teatro Esmeralda, en la época dorada del gran pantalla mudo y los inicios del gran pantalla hablado. Las estrellas mudas del Teatro Esmeralda Con el antecedente del Colón, la pregunta por si podÃa tener éxito un teatro en Melipilla la respondió la clan Werchez, quienes no sólo pensaron que sà Bancal posible, sino que tuvieron la osadÃa de instalarse en Serrano 354, entre las calles Vargas y Ugalde, a pocos metros de la Plaza de Armas. La apuesta les resultarÃa exitosa, porque desde la transigencia de sus puertas a fines de 1925 cosecharon más éxito que su predecesor en cojÃn a una nutrida cartelera fÃlmica, ocasionales presentaciones teatrales, fiestas comunales y el arriendo del espacio para cuanto beneficio se realizara en algunas de las variadas evacuación que presentaba la comunidad. Y el emplazamiento céntrico de calle Serrano Cuadro inmejorable. Cuadro una vÃa donde se mezclaban viviendas residenciales, casas sin cerrojo perimetral, negocios, almacenes, cuadras de tierra y otras empedradas, bares, espacios para circo y el aristocrático Lawn Tennis Club, entre las calles San Miguel y Barrales. Bancal 1925, el año de la aprobación de la nueva Constitución de la República que separaba la Iglesia del Estado, y de la mayor producción de pelÃculas chilenas en su historia, con 16 largometrajes 129 que incluÃan El Húsar de la Homicidio, la primera gran cinta Doméstico.
105 actividades municipales menores. Las de mayor envergadura se realizaban en el Palace. Y como la dictadura habÃa entendido que a través de lo cultural y hermoso debÃan instalar un nuevo ideario de lo chileno, los escenarios serÃan lugares privilegiados para la puesta en escena de la nueva cultura nacional que buscaban consolidar. La Junta Militar comprendió que la reconstrucción de un nuevo Pimiento pasaba fundamentalmente por lo simbólico y, en consecuencia, por lo estético-cultural, idea que accionó mediante la destrucción del comisionado demócrata republicano, especialmente de izquierda, y la campaña de restauración 231. La primera tenÃa como propósito desmantelar el proyecto socio-polÃtico-cultural de la Unidad Popular 232 abarcando la desaparición fÃsica en que el caso más paradigmático es el Homicidio de VÃctor Jara, persecuciones, creación de listas negras, imposición de militares en las rectorÃas de las universidades, despidos de académicos y funcionarios de oficinas públicas, abrasamiento de libros 233, borrado de murales, retiro de estatuas, falleba y control de medios de comunicación, editoriales y sellos discográficos, cambio de nombre de calles, poblaciones, etcétera. Hasta la fisonomÃa personal debÃa ser cuidada. Se evitaba combinar el rojo y sable en la vestimenta, usar barbas y el pelo largo. De lo contrario, los mismos militares podÃan cortarlo en lugares públicos y no de 231 Errázuriz, Luis Hernán, Dictadura marcial en AjÃ, informes del asalto estético cultural en Latin American Research Review, vol. 44, núm. 2, Op. cit. Errázuriz, p Contiguo con la ignición deliberada en instituciones y en allanamientos a casas particulares, operó el miedo y la autocensura y muchos se apresuraron en enterrar o derrochar sus libros, discos, afiches y otros archivos que pudieran ser considerados subversivos.
73 Con el suceder de los años no solamente serÃa el puntal de grupos musicales, sino un real impulsor de la guitarra en la ciudad 190 y unidad de los precursores y protagonistas del festival más importante realizado en los teatros en Melipilla, pero para eso aún fallarÃa tiempo. Unos abriles beocio que Sagredo, y sólo dos semanas antaño de este mÃtico acercamiento con el trÃo de boleros Los Panchos, otro Irreflexivo estarÃa una gran emoción propia de aquellos tiempos. Fue en la Fiesta de la Primavera, cuando la tradicional celebración organizada ese año por el Cuerpo de Bomberos, y liderada por su comandante Oscar Núñez, bullÃa con competencias deportivas, festejos en el teatro, corsos, carros alegóricos adornados, obras de beneficencia, música en la Plaza de Armas, murgas y comparsas, y el placer del mejor disfraz de niño en que un muchacho de 8 años sacó el segundo lugar. Su nombre: Ramón Núñez Villarroel, el mismo que años posteriormente se cambiarÃa en primera figura del teatro nacional y, décadas más tarde, en Premio Nacional de Arte, mención teatro 191. Núñez era hijo del ambiente de las tablas que de forma amateur se habÃa cultivado incipientemente desde los primaveras vigésimo en el pueblo melipillano. A mi padre le gustaba mucho el teatro y yo crecà en un medio donde se hablaba mucho de teatro, se hablaba de chascarros, cuentos, anécdotas, historias divertidas de cuando mi abuela iba con la empleada con canasto con sanguches y empanadas para que no les diera fatiga con tanta comedia. Se demoraban un año en levantar 190 Al respecto revÃsese el artÃculo: Cabrera, Valeska Historia de la Guitarra Clásica en Melipilla I y II en Tribuna Pública, Año VI, núm.
19 tidiana propia. Cotidianeidad que desde el conservadurismo de la época transitaba en la más completa calma, incluso en épocas de beligerancia Doméstico. Figuraà lo planteaban los periódicos al solazarse con que el unidad de Melipilla ha sido siempre unidad de los pueblos más tranquilos de la República, aún en época de agitaciones polÃticas 56. Tranquila, aunque con las arcas fiscales empobrecidas, Melipilla afrontó el último decenio del siglo XIX con sueños modernizadores, como la llegada del ferrocarril, la instalación de un sistema de agua potable, el término de las permanentes inundaciones en el distrito de La Cañada 57 y el alumbrado eléctrico 58. Ciudad confesional y de un culto que permanentemente llenaba los tres templos existentes 59, celebraba las fiestas de año nuevo, las fiestas patrias y su aniversario con retretas, discursos, recitaciones y fuegos de artificio principales atractivos de cada jornada, Excepto del bebida y ramadas, que usualmente se ubicaban en sectores periféricos donde la mujer tenÃa un rol evidente: dueña de casa y ausencia más. to del resto del paÃs. Las pequeñas propiedades agrarias y los minifundios siempre estuvieron más presentes en otras de las zonas del paÃs, como el Meta Pequeño, Aconcagua, Colchagua y el Maule. FiguraÃ, Santiago, en 1854 incluÃa 96 grandes propiedades y 190 medianas propiedades. En 1874 esto aumentó con 208 grandes propiedades y 221 medianas propiedades. Y luego para 1912, las grandes propiedades ascienden a 241, y las medianas propiedades a 260. Al respecto: Bengoa, José, Haciendas y campesinos. Historia Social de la Agricultura Chilena, Tomo II, Santiago de AjÃ, Ediciones Sur, 1990, p La Constitución, 16 de julio de Se llamaba La Cañada al sector ideal de la ciudad, comprendido por las calles Arza, Yécora, Vicuña Mackenna y las que las atravesaban, que se inundaban permanentemente. 58 El alumbrado notorio era exiguo, casi nada alcanzaba para las calles centrales y su funcionamiento era en colchoneta a combustible. 59 La Iglesia Matriz, ubicada en la Plaza de Armas, el Templo de la Merced y la Iglesia San AgustÃn.
23 todavÃa se fueron poblando de teatros y ciudades como Quillota, Iquique, Curicó, San Felipe, Talca, Chillán y Concepción comenzaron a poner sus teatros de pie, replicando experiencias similares a las del Municipal de Santiago. Pero en este supramundo de la pompa operática, existÃa otro mundo en teatros que nacÃan en Santiago, donde la zarzuela, las operetas, los espectáculos de variedades se instalaban, atrayendo a un divulgado permanente en actos que entendÃan y que los entretenÃan, especialmente en dos derivados de la zarzuela: el sainete y el muñeco cómico 70. Ese entendimiento, señala Piña, tuvo mucho que ver con que si correctamente las zarzuelas estaban influidas por la ópera italiana y la ópera cómica francesa, no tardaron en adaptarse al folklore regional y más en particular al local, siendo protagonizadas por personajes de la calle que hablan el habla del pueblo 71, llegando Figuraà a existir teatros donde sólo se presentaban zarzuelas, como el Edén y el Apolo, en Santiago. En este camino, la música y las artes escénicas ganaron en el paÃs creadores y cultores que incidirÃan directamente en el crecimiento de la música hecha en AjÃ, en un teatro Doméstico que estaba naciendo de forma amateur y en el gran pantalla de los primeros primaveras, pues estaban forjando una rica experiencia en proceder, escenografÃa y guiones, especialmente de comedia. Todo esto sucedÃa arriba del decorado, pero los teatros no fueron espacios solamente para la representación en el prosce- 70 De acuerdo a Juan Andrés Piña, el sainete es una alcoba breve, generalmente de un acto, de tema humorÃstico y bullicio popular, que antiguamente se presentaba a continuación de una obra seria o como final de la función.
131 La lapso de 1990 Los primaveras que transcurren entre 1990 y 2000 se asemejan a los de comienzos del siglo XX. Los dos son los únicos perÃodos en que la ciudad careció de un perÃmetro teatral que funcionara y tuviera una programación continua, los dos están marcados por un sismo devastador y los dos portan una promesa. El primero de los perÃodos corresponde al de inicios de siglo, en el cual toda ciudad, y sobre todo aquellas que lucÃan su categorÃa de cabeceras de área, aspiraban a tener un teatro. El segundo perÃodo nace con la esperanza de una alegrÃa amplia, donde cabÃa el esperado renacer cultural tras el fin de la dictadura. La plazo de 1990 observó cómo el Séptimo arte Palace paulatinamente cerró sus puertas, sobreviviendo en base a filmes que se veÃan con muy mala calidad de imagen, graduaciones de colegios y alguna última función del Buscando La Mejor Voz. Sin bloqueo, todo esto decantarÃa en su cerrojo. ProyectarÃan los afiches pegados, los aplausos de un manifiesto absorto y el bulla por estrellas que ya partieron. El Teatro Serrano habÃa vivido este proceso mucho antes y entraba en una etapa de pugnas, entre un municipio que se quiso deshacer de él y una ciudadanÃa que muy tenuemente comenzaba a defenderlo. Funciones de teatro y danza alguna momento poblaron un Estadio Alberto González cada tiempo en peor estado, y la antigua sala de la Escuela N 1, donde la rama teatral del Ateneo Juan Francisco González diera sus primeros pasos, aún funcionaban, aunque tarde, mal y nunca. El Cuerpo de Bomberos reinauguraba su estadio, nuevamente techado, a una cuadra de la Plaza de Armas, reemplazando al siniestrado en FiguraÃ, los noventas fueron los primaveras de la demanda por espacios. VÃctor MarÃn, con el Ateneo Juan Francisco González, la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y la Sociedad de Socorros Mutuos Ignacio Serrano, encabezaron los reclamos por las intenciones de saldo que, acusaban, tenÃa el municipio con el Teatro Serrano durante la primera Delegación municipal concertacionista, a cargo del edil democratacristiano Manuel Riveros.
Qué tenÃa que ver un canal con el teatro? Casi nada. El problema se originó cuando una hectárea del predio El Pino de Anatilde Silva de Ovalle se humedeció como consecuencia de la error de muros en el curso de agua. La señO Anatilde, Encima de exteriorizar su molestia, exigÃa que se construyera un puente, un tapia y se abovedara el canal en la extensión cerca de su chacra, entre otras obras. Esto Cuadro una trastorno, puesto que se debÃa cortar el agua por un tiempo prolongado y el municipio no tenÃa capital para resistir a mango tamaña trabajo. Si ya cargaba con una deuda pronosticada de 10 millones de pesos, menos estaba en condiciones de derogar otros 7 millones que repentinamente se le exigÃan. En esas circunstancias, Anatilde Silva de Ovalle pidió el bloqueo del Teatro Serrano y sus rentas de arrendamiento del año El perÃmetro salió a remate un año después, siendo adjudicado a los únicos postores: un Corro de vecinos y vecinas representados por Ricardo AriztÃa, quienes de su bolsillo lanzaron un flotador al alcalde Adolfo LarraÃn y al municipio conservador que encabezaba. Sólo en 1958 la entre aqui Municipalidad devolvió el monto a este Asociación de buenas personas, readquiriendo el edificio por más de 9 millones de pesos. Con un panorama relativamente claro, el Teatro Serrano quedó, finalmente, en manos de Demetrio Pérez, un conocedor del negocio y a la época igualmente administrador del Teatro Cervantes del vecino puerto de San Antonio. Con Pérez se iniciaba la última presencia de un afuerino a cargo del Serrano. Su carta de presentación Bancal su trayecto en el rubro, la buena calidad del equipo sonoro, la promesa de pre
12 ANEXO Nº 5 PRIMERA CORRIDA: RESULTADOS DEL ANÃLISIS FACTORIAL A NIVEL DE CENTROS POBLADOS Matriz de correlaciones Indicadores Ãndice de vulnerabilidad 2007 % PEA ocupada agrÃpan dulce % población rural Tasa de analfabetismo de mujeres % mujeres de con primaria incompleta % jefes de hogar con primaria incompleta % hogares que cocinan con kerosene, azotaina % viviendas sin desagüe % viviendas con asfalto de tierra % viviendas sin electricidad Indice de vulnerabilidad % PEA ocupada agrÃpan dulce % población rural Tasa de analfabetismo de mujeres % mujeres de con primaria incompleta % jefes de hogar con primaria incompleta % hogares que cocinan con kerosene, leña % viviendas sin desagüe % viviendas con piso de tierra % viviendas sin electricidad KMO y prueba de Bartlett Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin Prueba de esfericidad de Bartlett Matriz de componentes a Chi-cuadrado a ojo 107,799.
67 traña en Melipilla, tomando en cuenta la existencia de recintos para ello. Igualmente el teatro móvil núsolo uno eran cuatro que giraban por el paÃs 177 elevó sus mástiles para atinar cabida a galerÃGanador, luces, entablado y funciones. Lo hizo en dos ocasiones en calle Arza con Silva Cháoportunidad, que para ese entonces todavÃa Cuadro un comarca periférico conocido como Los Cruceros, primeramente con funciones el 23 y 24 de diciembre de 1948, con Maruja Ravanal actuando en la obra de Antonio Acevedo Hernández, Ãrbol Vetusto, y la compañÃa de comedias, sainetes y variedades de Blanca Arce y Romilio Romo. Dramas y risas en una Indeterminación. Y al final: fiesta. SÃ, tras el falleba habÃa bailoteo en la carpa, como parte del aplicación. La segunda entrevista fue en 1950 con la llegada del entoldado en cuyo interior la compañÃa de Orlando Castillo obligado actor cómico, que habÃa hecho en Melipilla ya varias funciones anteriormente interpretó Honrarás a tu RaÃz. El inicio del radioteatro Para 1940, la radio en Ajà se habÃa convertido en el principal entretenimiento mediático del paÃs. Su crecimiento fue exponencial y la cantidad de emisoras rozaba la centena. Era el informador de cada dÃa, la tribuna de los polÃticos, el Asistencia para artistas y la mayor fuente de música para las masas. Y todo esto lo habÃa demostrado con creces, a la oportunidad que se transformó en un caudal de entretenimiento corriente gracias al comienzo del radioteatro Al respecto: Revista Apuntes # 91, Escuela de Teatro Pontificia Universidad Católica de Chile. Nov Sobre el radioteatro revÃsese: Pastene, Margarita, La Radiodifusión en Chile en Merayo, Prócer del especie en Chile fue Eduardo de Calixto en 1939 con Hogar, dulce hogar!